REC Barcelona, a citizen currency for the transtion

The REC Barcelona project has launched a citizen’s currency in the city of Barcelona. The results of the period in which it has been operating with funding from the European Union (80%) and the Barcelona City Council (20%) have just been published. This period has been a total of 13 months: from the beginning of October 2018 to the end of October 2019. The report can be found in different languages, in the links at the beginning of the references, at the end of this document. My involvement in it has been total until mid-November 2019 when I started a new project, and since the funding was obtained (October 2016), but its gestation began much earlier, approximately at the beginning of 2015.

Seguir leyendo “REC Barcelona, a citizen currency for the transtion”

Presentación de mi trabajo sobre la Abundancia en Alpbach European Forum

Hace un año publicaba este artículo largo titulado La era de la abundancia y sus condicionantes. Poco después, la P2P fundation me hacía un entrevista publicada en inglés en el blog de la P2P foundation: On Decommodification, Abundance, and Capital for the Commons. Hace unos días estuve en el Tirol, en la localidad austriaca de Alpbach, a la que fui invitada para hablar sobre este mismo tema en un panel titulado “Diseñando la próxima revolución digital. En el cruce de caminos entre la tecnología, la ciencia y el arte”. El panel tuvo lugar el viernes 25 de agosto y se desarrolló totalmente en inglés; el vídeo, la grabación de audio y la información sobre el panel están publicados en la web del Forum: Designing the next digital revolution. At the crossroads of science, technology and art. Mis notas para esta charla están en inglés. Las compartiré proximamente y actualizaré este post. Seguir leyendo “Presentación de mi trabajo sobre la Abundancia en Alpbach European Forum”

La era de la abundancia y sus condicionantes

Como afrontar la desmercantilización de nuestro sistema económico

Estamos en un modelo económico dominado por los productos, ya se trate de productos o servicios, materiales e inmateriales. Su producción nos procura el sustento, su consumo nos es imprescindible para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, un nuevo fenómeno está empujando al producto a un lugar periférico de nuestro mundo. Se trata de la desmercantilización de nuestra economía. Esta tendencia surge en la cúspide del proceso contrario, el proceso de la mercantilización progresiva de cada dimensión de nuestra vida, el proceso de la financiarización, que sufrió un vuelco en la crisis de 2008. Este texto explora la naturaleza de esta tendencia, cómo nos afecta, qué transformaciones podemos esperar en el futuro y para definir algunas estrategias de acción política. Seguir leyendo “La era de la abundancia y sus condicionantes”

Dr. Doom: Prepárense para el rescate de España…. y lo que venga

Nouriel Roubini, uno de los economistas que predijo la crisis de 2008, anunció el día 9 de Mayo la ayuda del gobierno de España a Bankia (que en realidad era ya nacionalización), lo que aprovechó para indicar que a España le quedan dos telediarios para seguir la senda del rescate que antes habían seguido Islandia, Grecia, Portugal e Irlanda.
Roubini nos explica en este artículo que el rescate puede hacer ganar algún tiempo, pero incluso así, sin crecimiento económico no hay salida a medio-largo plazo, y eso requeriría una política monetaria más laxa y deflación, un euro más débil. Pero un euro débil implica la apreciación de otras monedas, monedas de países que no quieren perder la competitividad que esto implica, hasta el punto de que la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, hace un par de meses le dijo a Angela Merkel que no querían el dinero barato de los países ricos, en clara alusión a este tipo de políticas. La salida a esta situación, bajo los parámetros actuales, es un crecimiento económico que, ni es previsible, ni cambia en esencia el sistema que nos ha traído a este punto.
El proceso de conversión de deuda privada en deuda pública parece inexorable. Mientras los ciudadanos tenemos que sufrir el desmantelamiento del estado del bienestar y el espolio de lo público, los bancos reciben todo el dinero público que necesitan. Decir que el poder financiero está dictando la política, cualquiera que sea el partido que gobierne, empieza a ser un lugar común.
Paralelamente, el dinero, como tecnología, sigue su evolución. A principios de marzo, en el Mobile World Congress de Barcelona, quedó de manifiesto que una de las grandes esperanzas para el crecimiento del sistema económico en el futuro es la bancarización de las dos terceras partes de la población mundial, que aún no están en el sistema bancario. Y esto se va a producir con la colaboración de las operadoras telefónicas y gracias a los sistemas de pago por móvil. Telenor, Telefónica, Vodafone, y otras operadoras anunciaron que tienen ya sus servicios de pago por móvil listos para colonizar Asia, África y América Latina.
El mismo día 10 de mayo, en que toda la prensa cubría la noticias de la nacionalización de Bankia, el País publicaba un artículo sobre el pago por móvil titulado: “Una economía sin dinero”, originalmente publicado en el New York Times, en el que se mencionan no solo a las operadoras de telecomunicaciones sino a otros sistemas como Google Wallet. Estos dos fenómenos, la hegemonía del poder financiero y la evolución en la tecnología del dinero, aparecen desconectados, en páginas diferentes de la misma prensa económica. Es como si la crisis financiera no hubiera tenido ninguna relación con cambios esenciales en el sistema monetario como fue el abandono del patrón oro en 1971, o la progresiva digitalización de los medios de pago. Sin embargo, estos cambios tecnológicos han cambiado la esencia del dinero y, por lo tanto, muchos de los supuestos de partida de los modelos económicos que nos gobiernan ya no son correctos.
La evolución tecnológica del dinero y del crédito no va a parar y no parece que ni una sola de las ventajas que pueda aportar esa tecnología a la sociedad (que son bastantes) se quieran aplicar a modificar los principios de funcionamiento del sistema monetario y financiero para cambiar alguna de las circunstancias actuales: el sometimiento que sufrimos ante el poder financiero o el imperativo de crecimiento del sistema económico. Tal vez valdría la pena explorar la posibilidad de que la crisis financiera tenga su origen en los principios fundamentales del sistema monetario y financiero. Keynes lo hizo.
 

Innovación y su impacto en el empleo

La suposición de que la innovación genera empleo no se cuestiona. El cambio de modelo productivo que todas las fuerzas políticas proponen como gran solución al desempleo y motor de un crecimiento sostenible, se basa en ella . Sin embargo, hay muchas posibilidades de que tal suposición sea falsa.
Se ha visto que en España, la innovación ha tenido un impacto positivo en el empleo en las décadas de los 90 y el primer lustro de 2000, pero los tiempos han cambiado. No perdamos de vista lo qué está ocurriendo hoy en la economía más innovadora del mundo, los EE.UU. De acuerdo al artículo ¿Se puede salvar a la clase media? publicado recientemente en Atlantic Montly, resulta que la innovación ya no es la gran solución al problema de la creación de empleo en EE.UU.

Según el Economista Michael Mandel, Estados Unidos ya no aprovecha los frutos económicos de sus innovaciones durante tanto tiempo como antes. Conocimiento, I + D y know-how se deprecian más rápidamente ahora que hace siquiera 15 años, ya que la comunicación global es más rápida, las conexiones están más perfeccionadas y el capital humano está más disperso  que en el pasado.

Como resultado, los auges de la producción nacional terminan antes de lo que solían hacerlo. La producción de TI-hardware es un ejemplo. En 1999  la Oficina de Estadísticas Laborales estimaba que este sector crearía unos 155.000 nuevos puestos de trabajo en los EE.UU. Durante la década siguiente,  la mano de obra en este sector se redujo en cerca de 500.000 puestos de trabajo. Los puestos de trabajo en procesamiento de datos también descendieron*.
La razón es muy simple.  En una economía globalizada, una vez que los nuevos procesos productivos que se ponen en marcha gracias a la innovación se vuelven mínimamente rutinarios, el empleo que genera dicha innovación se deslocaliza hacia países en los cuales la mano de obra es más barata y se pierden en la economía que ha generado la innovación. Es decir, no sólo se pierden los puestos de trabajos relacionados con los sectores que quedan obsoletos, incluso se llegan a perder, cada vez con mayor celeridad, los puestos de trabajo, por lo general más especializados, que trae la propia innovación.
Nuestra economía probablemente tardará poco en sufrir los mismos condicionantes y efectos adversos que EEUU. Por supuesto, esto no quiere decir que no haya que innovar. Sólo nos indica que el desempleo es un problema que no tiene solución en el modelo económico actual, salvo si se sigue el consejo del autor del mencionado artículo, Don Peck, y se imponen sanciones a China para que no mantenga su tipo de cambio infravalorado. Como esta solución está lejos de nuestra capacidad de influencia en el mundo, tendremos que pensar en otras posibilidades.
(*) La traducción es mía. Fuente: Can the middle class be saved?  Sep. 2011 – Publicado en Atlantic Monthly.