Francisco González en Financial Times: "el monopolio de la banca ha muerto"

En un artículo publicado en el Financial Times el 3 de diciembre pasado titulado “Los bancos necesitan incorporar a Amazon o Google, o morirán”, el Consejero delegado del BBVA, Francisco González, admite abiertamente que “el monopolio de los bancos ha terminado” y que empresas tecnológicas como Google o Amazon están hoy en mucho mejor posición para abordar los retos de futuro de la banca. El directivo de BBVA añade que el sector financiero, con una infraestructura tecnológica construida en los años 60 y 70 repetidamente parcheada, y una cultura poco afín a la de Internet, está lastrado para afrontar este reto.apple-amazon-facebook-google
Nada de todo esto es noticia. De hecho, se podrían mencionar otros retos que está viviendo la banca tradicional como la competencia creciente que les está llegando de las entidades crediticias P2P (créditos de particular a particular, como por ejemplo la española comunitae.com). O las monedas complementarias y alternativas, de las cuales el Bitcoin es la más famosa, pero sin duda no la única ni la más importante. La gran noticia es que Francisco González lo declare en la columna de opinión de The Financial Times.
¿Qué significa esta declaración? Es probable que el artículo sea un guiño a los gigantes de Internet para aproximarse a los gigantes financieros y tratar de provocar la fusión entre ambos. De ahí el hincapié de Francisco González en los seis años que BBVA ha invertido en modernizar sus infraestructuras tecnológicas. Pero desde un punto de vista estratégico, esa posible fusión tiene mucho más sentido para la banca que para las empresas tecnológicas pues, si el monopolio de la banca ha caído ¿para qué necesitan las tecnológicas a la banca? Allí donde la banca tiene su valor diferencial, su red de oficinas, es en los mercados maduros de los países desarrollados, mercados con poco potencial de crecimiento. Las posibilidades de crecer están en los países emergentes, y en esos países el crecimiento se está produciendo sobre todo a través de los canales de banca móvil. Nada impide a las tecnológicas, acompañadas quizá de las operadoras de telecomunicaciones, copar esos mercados desplegando sus modernos sistemas de interacción online y de banca móvil, ahogando así las opciones de crecimiento de la banca tradicional que se vería así abocada a una inexorable caída.
Resulta llamativo leer a Francisco González exponiendo el gran potencial de la banca convencional de ofrecer datos sobre los hábitos de compra de los usuarios a empresas como Amazon y Google, empresas que saben todo, y cuando digo todo es todo, de sus usuarios y clientes. Con los sistemas de análisis de grandes cantidades de datos, lo que se denomina Big data, y una interacción con el cliente cada vez más multicanal en la que internet esté presente, ese tipo de información es ya una realidad al alcance de muchas empresas, que nadie está buscando precisamente en los bancos.
Este incierto futuro del sector financiero encaja con las declaraciones de la troika de hace apenas una semana. En su reciente visita a España, los hombres de negro manifestaban su preocupación por la falta de rentabilidad de la banca, y animaban a las instituciones financieras españolas a salir al exterior. Lo que ocurre es que en el exterior se encontrarán con el panorama que he descrito antes.
Por lo tanto, estamos frente a un sector financiero que es todopoderoso hoy pero consciente de lo efímero de su hegemonía.  Como un rey con el ejército enemigo a las puertas de la muralla, está buscando salidas o incluso buenas condiciones para la rendición, pero no va a vender barato su pellejo y va a ejercer su poder hasta el final, usando al gobierno para liquidar el país, pronto no quedará más que lo que esté atornillado al suelo, tal como ilustraba hace poco Simona Levi, en su exhortación para unirse en una propuesta ciudadana de mínimos que se ha denominado Partido xComo ya he comentado, hace tan solo un par de semanas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitía abiertamente lo que todos sabíamos pero su gobierno había estado negando hasta ahora: que los rescates del sector financiero los íbamos a pagar, en su momento, los contribuyentes con cargo a los presupuestos generales del estado, pues “ningún país puede vivir sin un sector financiero”.  Resulta lamentable la abierta rendición de nuestros políticos a un poder que, no solo no representa la soberanía popular, sino que además es un poder sin futuro.
El poder financiero tiene un activo ilegítimo en su posición de domino actual. Tiene la protección declarada del poder político, que aprovecha una estructura política originalmente diseñada para distribuir la renta de arriba abajo, para hacer una redistribución de la renta en el sentido contrario y pagar así rescates e intereses de la deuda cada vez mayores a los bancos con cargo a las cuentas públicas y aplicar una política impositiva cada vez menos progresiva. En una sociedad un poco más democrática que la actual estarían corriendo ríos de tinta en la Academia y en los medios de comunicación, no habría nada de mayor actualidad política y económica que encontrar alternativas a este sector financiero (que es la parte fundamental del sistema monetario) sin el que no podemos vivir pero que tiene a la sociedad en una situación de secuestro. Ni siquiera hay que tener mucha inventiva, aunque solo fuese eso, podrían escuchar a Francisco González, que lo dice bien claro: el futuro de la banca es tecnológico. Pero no tiene por qué ser lo que Francisco González espera.
La sociedad civil puede quedarse presenciando el negocio, la venta ordenada de esa posición de privilegio y dominio que detenta el poder financiero, o un traslado de ese activo ilegítimo a nuevos y más competentes dueños: las empresas tecnológicas. O también puede prepararse para tomar cartas en el asunto y aprovechar que ya es oficial porque Francisco González lo ha dicho: el monopolio de la banca ha muerto.
Quizá es el momento de que la ciudadanía empiece a entender de dónde sale ese inmenso poder que doblega a los poderes políticos y comprenda cómo adquirir esta parte de la soberanía que claramente no está en el pueblo, pues esa soberanía ahora está a disposición del mejor postor.

¿Crisis financiera o crisis monetaria?

Alternativas Económicas LogoA continuación copio uno de mis artículos, publicado recientemente en la nueva revista Alternativas Económicas. Esta revista acaba de abrir sus puertas en España, tras 32 años de andadura en Francia como Alternatives Economiques.
 
¿Crisis financiera o crisis monetaria?
Susana Martín Belmonte – Firma invitada
Alternativas Económicas
Agosto 2013
 
Desde hace 5 años no hacemos otra cosa que hablar de la crisis financiera, sus causas y posibles soluciones. Una de las cuestiones que han quedado claras es que la crisis financiera se desencadenó a causa de la forma irresponsable en que las entidades financieras prestaron dinero en la época que va desde el año 2001 al 2007. Y esto se refiere tanto al perfil del inversor como al objetivo de la inversión, que fue en gran medida la especulación inmobiliaria.
No hay más que revisar los augurios de aquellos que predijeron la crisis de 2008. Todos advirtieron el peligro que había en la gran burbuja de deuda que se estaba creando. Economistas como Steve Keen, Nouriel Roubini, Dan Baker, técnicos del Banco de España o el ecologista Ramón Fernández Durán, por poner solo algunos ejemplos, están entre ellos.
También está probado que esta gran burbuja de deuda fue sobre todo una burbuja de deuda privada, salvo en algunos países como Grecia. Este es el caso de países como España, Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido.
Por lo tanto, la cuestión estriba en qué criterios se han seguido para asignar el crédito privado, por qué son erróneos y cómo podrían mejorarse.
Cuando pensamos en el crédito, mentalmente visualizamos a un ahorrador depositando el dinero en el banco y a un inversor tomando un préstamo del banco. Aquí empieza el error. Se supone que el dinero ya existe y por eso se presta, lo cual es falso.
En general la gente no sabe cómo se crea el dinero. Pero esta cuestión se elude, como si fuese un detalle sin importancia y, en lo relativo a la forma de prestar ese dinero cuyo origen se desconoce, se asume que se presta el dinero que ya existe, pues la lógica dicta que no se puede prestar lo que no existe.
 
El dinero existe porque se presta
Sin embargo, como tantas veces ocurre, la realidad es contraintuitiva: el dinero no se presta porque ya existe, sino que existe porque se presta. El sistema bancario crea la mayor parte del dinero en circulación al otorgar préstamos. Prestar es la forma de crear una gran parte del dinero en circulación: el dinero bancario. El sistema financiero forma parte del sistema monetario. Aquí radica la importancia del sistema monetario. Los aspectos esenciales respecto a cómo se presta el dinero no se cuestionan, pues desde este falso punto de partida (o sea: se presta el dinero que ya existe) es fácil dar por buena toda una justificación de cómo funciona la asignación de crédito, que es igual de falsa: el ahorro debe ser trasladado a la inversión, la función de los bancos es hacer de intermediarios entre ahorro e inversión, hay que incentivar a los ahorradores con el pago del interés para que presten su dinero… Toda esta serie de ideas que no corresponden a la realidad sirven aún de base de razonamiento para diagnosticar el problema financiero y buscar soluciones. No es sorprendente que las propuestas resultantes no estén resolviendo nada.
Para detallar más lo equivocada que está la opinión generalizada respecto al funcionamiento del sistema crediticio citaremos, por ejemplo, a Jaromir Benes y Michael Kumhof, dos economistas del Fondo Monetario Internacional que han escrito, a título personal, un artículo titulado: The Chicago Plan revisited, en el que proponen un nuevo sistema monetario. En dicho artículo se describe en detalle el funcionamiento del sistema actual y se declara, citamos textualmente:
“En el sistema monetario actual (…) los cambios en los agregados monetarios de una nación dependen de si los bancos tienen voluntad de crear depósitos. Y los bancos crean (o destruyen) depósitos cuando crean (o destruyen) préstamos bancarios.”
“La función fundamental de los bancos en las economías modernas no es la, bastante accesoria, de hacer de intermediarios entre depositantes y prestatarios, sino su función central como creadores y destructores de dinero”
“la recomendación tan escuchada, de que para generar los adecuados niveles de inversión la economía tiene que generar suficiente ahorro, está fundamentalmente equivocada, porque el sistema crediticio creará el ahorro junto con la inversión [al prestar el dinero].”(Traducción de la autora)
Solucionar y prevenir las crisis financieras consiste en prestar (crear) el dinero bajo otros criterios y esos nuevos criterios son mucho más fáciles de concebir prescindiendo de los principios falsos que hemos mencionado y considerando las verdaderas posibilidades a nuestro alcance, que son mucho más amplias de lo que parece. Posibilidades que ya se están concretando en propuestas para reformar el sistema monetario, como la que acabamos de citar.
 
La ‘R-economía’
La propuesta que yo aporto se llama R-economía. Se trata de un sistema monetario con dinero digital nominativo (anotaciones en cuenta a las que se accede por medios telemáticos), que se crea sin intereses para nutrir la economía productiva, y que permite crear una economía real no especulativa. Esta propuesta está detallada en mi libro: Nada está perdido. Un sistema monetario y financiero alternativo y sano (Icaria 2011).
Otras iniciativas proponen la reforma monetaria por la vía de la creación de monedas paralelas o complementarias. El execonomista jefe del Deutsche Bank, Thomas Mayer, propuso en 2012 la creación de un sistema monetario paralelo para solventar los problemas de los países periféricos de la Unión Europea. Su propuesta para Grecia, concretamente, es una moneda paralela denominada GEURO. Más información en este documento publicado por la BVMW (Asociación alemana de pymes) (página 65).
Junto con Thomas Mayer, otros economistas han firmado una declaración en la que defienden la creación de monedas paralelas o complementarias como solución a los problemas de las economías en dificultades de la zona euro.
Pero esta tendencia no es solo el resultado de los problemas monetarios de la zona euro. Las monedas alternativas han sido tradicionalmente la solución en momentos de escasez monetaria. En Suiza hay una moneda complementaria llamada Wir que está en funcionamiento desde 1934, cuando un grupo de empresarios suizos la pusieron en marcha para combatir la Gran Depresión. Hoy la usan más de 60.000 pequeñas y medianas empresas locales. Hay estudios que atribuyen a esta moneda la estabilidad de la economía productiva suiza.
En Brasil, el banco central ha decidido apoyar la creación de monedas complementarias, después de comprobar los beneficiosos efectos que tuvo la creación de una moneda social en la zona de Fortaleza por parte de una asociación, una institución que después se ha denominado Banco Palmas.
En la ciudad de Bristol en UK se ha puesto en marcha una moneda paralela (Bristol Pound). El alcalde de dicha ciudad ha decidido cobrar el 100% de su sueldo en dicha moneda.
 
Las cripto-monedas
Junto a esta tendencia, más bien social, cuyo objetivo es encontrar soluciones monetarias en el marco de la recesión, también existen otras soluciones monetarias innovadoras que merecen una categoría aparte. La más destacada serían las denominadas cripto-monedas, como el bitcoin, que se crean desencriptando código informático. Son monedas P2P que tiene la capacidad de escapar al control de los gobiernos, en las cuales el componente social se reduce a aceptar formar parte de la comunidad que las usa. Más información en este enlace: http://yanisvaroufakis.eu/2013/04/22/bitcoin-and-the-dangerous-fantasy-of-apolitical-money/
Y no podemos olvidar las monedas corporativas que ante todo buscan el beneficio de las empresas que las crean. Amazon ha creado el Amazon Coin para consumir aplicaciones y servicios en entorno del kindle fire. Facebook y el entorno virtual Second Life, también crearon sus propias monedas en el pasado. Las millas aéreas y los programas de fidelización que permiten ganar puntos canjeables por una serie de productos con el consumo de productos o servicios de una determinada marca no dejan de ser sistemas monetarios paralelos, y la tendencia es que sigan creciendo.
A pesar de que la falta de liquidez es el motivo dominante para el uso de monedas alternativas, el verdadero reto no es tapar el agujero de liquidez que sufre actualmente la economía real. Argentina, en la época del corralito, generó numerosos esquemas de intercambio con unidades de cuenta complementarias. Pocos de ellos sobreviven, por desgracia, y la fórmula para asignar el crédito, en la mayor parte del mundo, sigue siendo esencialmente la misma. Una fórmula que, como se ha demostrado, ha sido la causa de la Gran Recesión en la que estamos. El verdadero reto es la reforma monetaria, crear un sistema monetario y financiero que, además de ser un parche de liquidez en la situación actual, pase de lo coyuntural a lo estructural, y constituya una forma diferente de asignar el crédito, una forma diferente de crear el dinero que no provoque crisis financieras, recesiones ni todos los demás problemas que genera el sistema monetario actual, que van mucho más allá de lo descrito en este artículo.
 
Original publicado en Alternativas Económicas

Monedas alternativas en el mundo hispanohablante

Del 12 al 15 de julio de 2012 se celebró en Vilanova i la Geltrú el Ecuentro estatal de monedas complementarias en el que hice una ponencia. Allí se juntaron diversos promotores de monedas complementarias para compartir experiencias. Curiosamente, también estuvo presente la prensa internacional (que no la nacional, si no contamos los blogeros participantes, entre los que me cuento) y en concreto, la del Wall Street Journal, cuya visita se concretó en dos artículos: “Pumas and Ecos Keep Markets Humming” y “For Spain’s Jobless, Time is Money“, y un vídeo: Fed up with the Euro? Start Your Own Currency.
En todos estos artículos, se examinaba la cuestión de las monedas complementarias como una simple estrategia de supervivencia de la población. Probablemente, el encuentro se benefició del interés de los medios de comunicación anglosajones por denostar el Euro.
Sin embargo, el efecto bola de nieve desató y, poco después, los organizadores del encuentro recibieron  una llamada del Washington Post que derivó en este artículo: “In Spain, the financial crisis feeds a euro-free economy”. En este artículo ya se profundizaba más en el hecho de que casi todas las iniciativas que se presentaron tienen un componente social y experimental:

“En la actualidad hay más de 325 bancos del tiempo y sistemas de moneda alternativa en España, en los que participan decenas de miles de ciudadanos. En conjunto, estos proyectos representan una de los mayores experimentos de monedas sociales en tiempos modernos.”

Además se citaba a Peter North, un profesor de la Universidad de Liverpool que conectaba estas iniciativas al movimiento 15M, “inspiración de los movimientos Occupy en todo el mundo“.
Después de tanto artículo internacional, finalmente en nuestro país Intereconomía se hacía eco de la noticia con este artículo: Los bancos del tiempo y otras monedas virtuales ganan adeptos en España , y lo mismo ha ocurrido recientemente con The Guardian: Spain’s crisis spawns alternative economy that doesn’t rely on the euro, y el 20minutos, donde además se mencionan otras monedas como la Brixton  Pound y la recientemente inaugurada Brisol Pound.
Algunos ayuntamientos están participando en estas monedas, aceptando en ellas el pago de algunas tasas locales. Todas ellas se están esforzando por constituir alternativas viables a un sistema monetario y financiero que no da respuesta a las necesidades reales de los ciudadanos y que redistribuye la riqueza de abajo arriba. Las dificultades existen, empezando por la falta de formación, ya que en los programas universitarios, incluso en Ciencias Económicas, no es frecuente la enseñanza de Teoría Monetaria y menos de una Teoría Monetaria heterodoxa que plantee opciones a la que actualmente se lleva a cabo en todo el mundo a través de las monedas de curso legal. Pero la necesidad de experimentar nuevas formas de gestionar un sistema económico al servicio de los seres humanos, y no al revés, está alimentando el interés en sacar a la luz nuevas formas de creación monetaria y de asignación del crédito. El próximo encuentro estatal de monedas complementarias se celebrará del 10 al 12 Mayo de 2013 en Sevilla.