El 13 de julio de 2016 el ayuntamiento de Barcelona hizo pública una medida de gobierno que consiste en crear un operador energético en la ciudad con el objetivo de acelerar la transición energética, facilitar el autoconsumo y ofrecer acceso a los ciudadanos a las rentas resultantes del negocio eléctrico, así como abordar objetivos de justicia económica como acabar con la pobreza energética.
Uno de los puntos claves de este proyecto es la financiación de nuevos generadores de energía renovable, y aquí es donde la moneda social que el ayuntamiento de Barcelona está planificando puede jugar un papel muy interesante.
He redactado la propuesta que viene a continuación y la he compartido con los ejes de economía y de ecología, así como el grupo de moneda social de Barcelona en Común.
Además, puede enmarcarse en el grupo de trabajo anunciado sobre energía y cambio climático que se menciona en el documento.
Ofrecer a los ciudadanos de Barcelona que accedan a realizar inversiones en generadores eléctricos en condiciones muy ventajosas:
1. Se ofrecería a los ciudadanos, desde el operador energético, que cambiasen euros por moneda social. El incentivo por ejemplo puede ser el de obtener la copropiedad de la placa adquirida en un porcentaje (por ejemplo el 10%). Así, un ciudadano, por ejemplo, podría comprometerse a cambiar 100€ al mes por 100 unidades de moneda social durante 20 meses (lo que se requiera para adquirir una placa solar o equipamiento generador de energía).
2. El operador usaría los euros así recaudados (todos o una parte) para comprar e instalar placas o generadores.
3. La gente usa la moneda social en pagar:
– Bienes y servicios suministrados por las empresas participantes en el esquema (comercio de proximidad, etc).
– La factura de la luz (una parte): El operador acepta un porcentaje del pago de la factura de la luz en moneda social (el porcentaje que sea compatible con su tesorería: se puede ir incrementando con el tiempo).
El sistema:
Con un sistema de crédito mutuo en el que se invita a participar a otras empresas y comercios de proximidad. Aquellos que contraten la luz con el operador energético tendrán un incentivo adicional, al poder usar esa moneda para pagar la factura de la luz. Se trataría de una moneda respaldada por energía limpia (al menos en parte, podría haber otros respaldos). Aquí asumo que ciertas pymes podrían llegar a ser consumidoras del operador energético, aunque esté principalmente dirigido a los particulares.
Ventajas potenciales:
1. Financiación: Se podría levantar un capital bastante interesante para acelerar la transición energética. Básicamente, se trata de sustituir los euros por moneda social para el consumo, y utilizar esos euros para la inversión en generadores de energía limpia.
2. Promoción de una economía local vinculada al mundo de la energía: La ciudadanía, incluso de bajo nivel de renta, podría acceder a tomar parte en la inversión en energía limpia y sus beneficios (privados y comunes) mediante la copropiedad, sin necesidad de ahorrar, solo a base de cambiar moneda y sustituir consumo de producto global por producto local.
3. Reducción de la demanda energética: La moneda social incentiva el consumo de proximidad, reduce la cadena de suministro (en km.), y por lo tanto la huella ecológica, esto supone un valor añadido muy en la línea de la estrategia definida para el operador energético: la de reducir la demanda energética (si consumes un producto que se produce en un radio de 100 km gastas menos energía que si consumes un producto que se produce a 1.000 km).
4. Incremento del multiplicador económico local. Se pueden ofrecer incentivos para que, además, el operador pague también a los ciudadanos en moneda social los alquileres de los espacios donde colocar las placas y los rendimientos de las mismas, en vez de hacerlo en euros, lo que incrementaría el efecto multiplicador local del gasto realizado con esas rentas adicionales que reciba la ciudadanía, mejorando la renta y el empleo locales.
Precedentes
– Money, Market and Climate Change: Propuesta teórica de Shann Turnbull (2009) http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1304083
– Ecoxarxa de Manresa (a bona hora) es un sistema de crédito mutuo en moneda social creado en 2010. También se permite que los socios participen comprando la moneda social con euros. Estos euros se destinan, entre otras cosas, a la compra de placas solares. Los usuarios de la ecoxarxa pueden utilizar la energía generada por dichas placas y pagarla en moneda social. https://abonahora.wordpress.com/
– Solarcoin: criptomoneda (moneda basada en tecnología de cadena de bloque) creada en 2014 para financiar la instalación de generadores de energías renovables. Su cotización se puede seguir aquí: https://coinmarketcap.com/currencies/solarcoin/
Accede a la versión en inglés de este artículo: Using Social Currencies to Fund the Energy Transition
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