Monedas digitales en Asia: lecciones para Europa

La asociación del euro digital celebró ayer 23 de marzo 2022 una sesión sobre titulada Monedas digitales en Asia: lecciones para Europa, que está disponible en YouTube. (Digital currencies in ASIA: Lessons for Europe). En ella se explican las posturas respecto a innovaciones digitales de los bancos centrales de China y Japón, muy diferentes entre sí. Esencialmente, Japón no tiene pensado desarrollar de momento una moneda digital del banco central (CBDC por sus siglas en inglés) pero sí tiene previsto poner en marcha desarrollos con tokens para reducir la huella de carbono en la actividad económica relacionada con la energía renovable. China, como ya es bien sabido, acaba de lanzar su CBDC, y una app móbil para gestionarla, que se revisa en profundidad en el vídeo de la sesión (minuto 13.30) y que tiene interesantes funcionalidades.
Al acabar el proyecto REC Barcelona, que puso en marcha una moneda digital local y ciudadana en la ciudad de Barcelona, expliqué hace ya dos años y medio en otro post que la conexión de este tipo de monedas digitales basadas en la equivalencia con el euro (lo que después se ha llamado Stablecoin, la Libra de Facebook se anunció cuando nuestro proyecto estaba recién lanzado), pero ligadas a objetivos como generar una mayor democratización del sistema económico, reducir las desigualdades y servir como instrumento a la transición ecológica, tendrían un importante campo de desarrollo si se utilizaban de forma coordinada con las CBDC.
En esta sesión se ve claramente esta conexión entre todas estas posibilidades de digitalizar el sistema monetario, desde lo público, desde lo privado y desde la hibridación de ambos.
CBDC – Panel de la Digital Euro Associatión, muy interesante para entender el Yuan digital, como funciona, y los planes de Japón de introducir una moneda que usará para premiar por consumir y producir energía renovable (de momento no tienen planes de introducir una CBDC).

E-CNY: La App del Yuan digital
En los juegos Olímpicos el pasado febrero se lanzó el yuan digital y su app. Es una app desde la que puedes manejar tus yuans digitales del banco central y también puedes gestionar y pagar desde cualquiera de tus cuentas (seguramente lo hacen obligando a los bancos a abrir su API para que otros procesadores de pagos ofrezcan al usuario la opción de pagar a través de otros dispositivos no bancarios, igual que la SPD2 obliga a los europeos a hacer lo mismo).


Puedes cobrar generando un Código QR que el pagador escanea con su móvil para hacer el pago. También puedes pagar por proximidad: juntando dos móviles (Contactless).
Respecto a la privacidad, hay cuatro niveles de identificación, o categorías, que dan acceso al usuario a distintos niveles de transacción. Lo que se puede hacer en el último nivel (4) sin dar más que el número de móvil, es ya bastante: tener un saldo de 10000 yuan, hacer transacciones unitarias de 2000 yuan cada una (300US$), hacer diversas transacciones por un importe máximo de 5000 yuanes al día y de 50000 yuanes al año. Los niveles de identificación aumentan la capacidad de mantener saldos y los importes máximos transaccionales, hasta el primer nivel en que no hay límites. Cada usuario puede pedir el cambio de un nivel o categoría, a otro (de una wallet a otra), y también personalizar los límites, por ejemplo para usuarios jóvenes.

Fuente: presentación de Richard Turrin en la sesión Digital Currencies in Asia: Lessons for Europe.

Pagos digitales sin conexión y sin teléfono móvil
Para pagos en yuans digitales (y anónimos) del banco central también hay otra fórmula: tarjetas con LCD (display de cristal líquido) y también con tecnología de papel digital, que muestran tu saldo disponible y te permiten pagar y recibir pagos también en yuanes digitales pero sin conexión a internet y sin teléfono móvil. Incluso se puede pagar desde un teléfono móvil a este tipo de tarjetas y viceversa. Es una modalidad especialmente destinada a la inclusión digital en zonas rurales remotas.

Imagen y más información: https://china-epaper.com/digital-rmb-visual-card-all-the-information-you-need-is-in-this-display/

El caso de Japón: innovar para los ODS sin cambiar la estructura del sistema bancario Japón considera importante mantener la estructura actual del sistema bancario en dos capas (el banco central ofrece cuentas solo al sector bancario y el sector bancario al público), que es lo que el Banco de China ha superado ofreciendo al público una moneda digital respaldada por un pasivo del banco central directamente. Los japoneses esperan que los bancos comerciales creen una plataforma (llamada tentativamente DCJPY) que sea interoperable y programable con otras plataformas digitales a través de contratos inteligentes. Han ilustrado un ejemplo de funcionamiento de esta tecnología con la imagen que aparece a continuación, que es el diseño de un sistema cuyo propósito es incentivar con un token digital la generación y producción de energía renovable, que podrá después ser gastado en tiendas de conveniencia:

El white paper que han lanzado para presentar este sistema titulado “Digital Currency DCJPY (tentative name)”  en noviembre 2021 declara que el sistema está llamado a incrementar el bienestar de la gente y alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Para concluir, Japón tiene un bonito diseño que sobre el papel suena muy bien, mientras que China ya se ha lanzado al ruedo, poniendo en valor las ventajas del monopolio del Estado en un entorno, el de las plataformas digitales, que tiende de por sí al monopolio, resultando en el sistema más innovador posible: una moneda digital del banco central (efectivo digital) que pueden usar los ciudadanos sin límites, pero también con límites manteniendo el anonimato, y con una app que es un interfaz para todas las cuentas bancarias y tarjetas que tenga el usuario, y con la posibilidad de hacer pagos digitales sin conexión a través de tarjetas con display de tinta electrónica o cristal líquido. Cuál de los dos podrá aportar mayores mejoras al bienestar de los ciudadanos, interactuar mejor con el entorno de stablecoins enfocadas a distintos objetivos público o privados, y ser más efectiva para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible en el poco tiempo que tenemos para alcanzarlos, será algo interesante de descubrir, pero francamente, los que de momento están ya abriendo nuevos caminos son los chinos. Y los coreanos, que también han creado un sistema de monedas locales que ha sido extraordinariamente eficaz para luchar contra la crisis económica generada por la pandemia del COVID-19, tal como expliqué en otro post.

REC Barcelona, a citizen currency for the transtion

The REC Barcelona project has launched a citizen’s currency in the city of Barcelona. The results of the period in which it has been operating with funding from the European Union (80%) and the Barcelona City Council (20%) have just been published. This period has been a total of 13 months: from the beginning of October 2018 to the end of October 2019. The report can be found in different languages, in the links at the beginning of the references, at the end of this document. My involvement in it has been total until mid-November 2019 when I started a new project, and since the funding was obtained (October 2016), but its gestation began much earlier, approximately at the beginning of 2015.

Seguir leyendo “REC Barcelona, a citizen currency for the transtion”

MAFO en la comisión de investigación sobre la crisis financiera en España… 9 años después

Fernandez Ordoñez, ex-gobernador del Banco de España, más conocido como MAFO, interviene en la comisión de investigación sobre la crisis financiera en el . Empieza haciendo un resumen de la crisis. Reconoce el error de haber dejado que se formara la burbuja en primer lugar, reconoce la falta de herramientas en el Banco de España para atajar una crisis como la que sufrimos a partir de 2008, lo cual agrava el hecho de haber dejado que se formara la burbuja. Reconoce que la falta de integración fiscal de la zona euro es muy mala base para la moneda común, que ahora se ve claro que los reguladores debieron actuar de otra forma pero que no vieron venir la gravedad de el problema que se estaba formando. Nada de lo anterior es especialmente original. Seguir leyendo “MAFO en la comisión de investigación sobre la crisis financiera en España… 9 años después”

Presentación de mi trabajo sobre la Abundancia en Alpbach European Forum

Hace un año publicaba este artículo largo titulado La era de la abundancia y sus condicionantes. Poco después, la P2P fundation me hacía un entrevista publicada en inglés en el blog de la P2P foundation: On Decommodification, Abundance, and Capital for the Commons. Hace unos días estuve en el Tirol, en la localidad austriaca de Alpbach, a la que fui invitada para hablar sobre este mismo tema en un panel titulado “Diseñando la próxima revolución digital. En el cruce de caminos entre la tecnología, la ciencia y el arte”. El panel tuvo lugar el viernes 25 de agosto y se desarrolló totalmente en inglés; el vídeo, la grabación de audio y la información sobre el panel están publicados en la web del Forum: Designing the next digital revolution. At the crossroads of science, technology and art. Mis notas para esta charla están en inglés. Las compartiré proximamente y actualizaré este post. Seguir leyendo “Presentación de mi trabajo sobre la Abundancia en Alpbach European Forum”

Qué puede aprender EEUU de la transición de India hacia una sociedad sin dinero en efectivo

Original publicado en inglés en el Washington Post el 23-01-201
What the U.S. can learn from India’s move toward a cashless society

Silicon Valley se cree el líder mundial en innovación. Sus líderes inflan tecnologías como el bitcoin y la cadena de bloques, que algunos dicen que son las mayores invenciones desde Internet. Son tan complejas que sólo unos pocos matemáticos pueden entenderlas, y requieren enormes recursos informáticos para funcionar, sin embargo, miles de millones de dólares se invierten en ellas. Seguir leyendo “Qué puede aprender EEUU de la transición de India hacia una sociedad sin dinero en efectivo”

La era de la abundancia y sus condicionantes

Como afrontar la desmercantilización de nuestro sistema económico

Estamos en un modelo económico dominado por los productos, ya se trate de productos o servicios, materiales e inmateriales. Su producción nos procura el sustento, su consumo nos es imprescindible para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, un nuevo fenómeno está empujando al producto a un lugar periférico de nuestro mundo. Se trata de la desmercantilización de nuestra economía. Esta tendencia surge en la cúspide del proceso contrario, el proceso de la mercantilización progresiva de cada dimensión de nuestra vida, el proceso de la financiarización, que sufrió un vuelco en la crisis de 2008. Este texto explora la naturaleza de esta tendencia, cómo nos afecta, qué transformaciones podemos esperar en el futuro y para definir algunas estrategias de acción política. Seguir leyendo “La era de la abundancia y sus condicionantes”

Transición energética financiada con moneda social

El 13 de julio de 2016 el ayuntamiento de Barcelona hizo pública una medida de gobierno que consiste en crear un operador  energético en la ciudad con el objetivo de acelerar la transición energética, facilitar el autoconsumo y ofrecer acceso a los ciudadanos a las rentas resultantes del negocio eléctrico, así como abordar objetivos de justicia económica como acabar con la pobreza energética. Seguir leyendo “Transición energética financiada con moneda social”

Un euro-dacma y Barcelona en Comú

En una entrevista privada con otros financieros internacionales y según una fuente anónima de Bloomberg, Wolfgang Schäuble, ministro de finanzas alemán, reconoce sin apoyar la posibilidad de creación de una moneda complementaria al euro en Grecia.
La idea no es nueva en absoluto y hay todo un movimiento de iniciativas activistas creando monedas complementarias en diversos lugares del mundo. El documental “Monedas de cambio” lo ilustra. Seguir leyendo “Un euro-dacma y Barcelona en Comú”

Francisco González en Financial Times: "el monopolio de la banca ha muerto"

En un artículo publicado en el Financial Times el 3 de diciembre pasado titulado “Los bancos necesitan incorporar a Amazon o Google, o morirán”, el Consejero delegado del BBVA, Francisco González, admite abiertamente que “el monopolio de los bancos ha terminado” y que empresas tecnológicas como Google o Amazon están hoy en mucho mejor posición para abordar los retos de futuro de la banca. El directivo de BBVA añade que el sector financiero, con una infraestructura tecnológica construida en los años 60 y 70 repetidamente parcheada, y una cultura poco afín a la de Internet, está lastrado para afrontar este reto.apple-amazon-facebook-google
Nada de todo esto es noticia. De hecho, se podrían mencionar otros retos que está viviendo la banca tradicional como la competencia creciente que les está llegando de las entidades crediticias P2P (créditos de particular a particular, como por ejemplo la española comunitae.com). O las monedas complementarias y alternativas, de las cuales el Bitcoin es la más famosa, pero sin duda no la única ni la más importante. La gran noticia es que Francisco González lo declare en la columna de opinión de The Financial Times.
¿Qué significa esta declaración? Es probable que el artículo sea un guiño a los gigantes de Internet para aproximarse a los gigantes financieros y tratar de provocar la fusión entre ambos. De ahí el hincapié de Francisco González en los seis años que BBVA ha invertido en modernizar sus infraestructuras tecnológicas. Pero desde un punto de vista estratégico, esa posible fusión tiene mucho más sentido para la banca que para las empresas tecnológicas pues, si el monopolio de la banca ha caído ¿para qué necesitan las tecnológicas a la banca? Allí donde la banca tiene su valor diferencial, su red de oficinas, es en los mercados maduros de los países desarrollados, mercados con poco potencial de crecimiento. Las posibilidades de crecer están en los países emergentes, y en esos países el crecimiento se está produciendo sobre todo a través de los canales de banca móvil. Nada impide a las tecnológicas, acompañadas quizá de las operadoras de telecomunicaciones, copar esos mercados desplegando sus modernos sistemas de interacción online y de banca móvil, ahogando así las opciones de crecimiento de la banca tradicional que se vería así abocada a una inexorable caída.
Resulta llamativo leer a Francisco González exponiendo el gran potencial de la banca convencional de ofrecer datos sobre los hábitos de compra de los usuarios a empresas como Amazon y Google, empresas que saben todo, y cuando digo todo es todo, de sus usuarios y clientes. Con los sistemas de análisis de grandes cantidades de datos, lo que se denomina Big data, y una interacción con el cliente cada vez más multicanal en la que internet esté presente, ese tipo de información es ya una realidad al alcance de muchas empresas, que nadie está buscando precisamente en los bancos.
Este incierto futuro del sector financiero encaja con las declaraciones de la troika de hace apenas una semana. En su reciente visita a España, los hombres de negro manifestaban su preocupación por la falta de rentabilidad de la banca, y animaban a las instituciones financieras españolas a salir al exterior. Lo que ocurre es que en el exterior se encontrarán con el panorama que he descrito antes.
Por lo tanto, estamos frente a un sector financiero que es todopoderoso hoy pero consciente de lo efímero de su hegemonía.  Como un rey con el ejército enemigo a las puertas de la muralla, está buscando salidas o incluso buenas condiciones para la rendición, pero no va a vender barato su pellejo y va a ejercer su poder hasta el final, usando al gobierno para liquidar el país, pronto no quedará más que lo que esté atornillado al suelo, tal como ilustraba hace poco Simona Levi, en su exhortación para unirse en una propuesta ciudadana de mínimos que se ha denominado Partido xComo ya he comentado, hace tan solo un par de semanas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitía abiertamente lo que todos sabíamos pero su gobierno había estado negando hasta ahora: que los rescates del sector financiero los íbamos a pagar, en su momento, los contribuyentes con cargo a los presupuestos generales del estado, pues “ningún país puede vivir sin un sector financiero”.  Resulta lamentable la abierta rendición de nuestros políticos a un poder que, no solo no representa la soberanía popular, sino que además es un poder sin futuro.
El poder financiero tiene un activo ilegítimo en su posición de domino actual. Tiene la protección declarada del poder político, que aprovecha una estructura política originalmente diseñada para distribuir la renta de arriba abajo, para hacer una redistribución de la renta en el sentido contrario y pagar así rescates e intereses de la deuda cada vez mayores a los bancos con cargo a las cuentas públicas y aplicar una política impositiva cada vez menos progresiva. En una sociedad un poco más democrática que la actual estarían corriendo ríos de tinta en la Academia y en los medios de comunicación, no habría nada de mayor actualidad política y económica que encontrar alternativas a este sector financiero (que es la parte fundamental del sistema monetario) sin el que no podemos vivir pero que tiene a la sociedad en una situación de secuestro. Ni siquiera hay que tener mucha inventiva, aunque solo fuese eso, podrían escuchar a Francisco González, que lo dice bien claro: el futuro de la banca es tecnológico. Pero no tiene por qué ser lo que Francisco González espera.
La sociedad civil puede quedarse presenciando el negocio, la venta ordenada de esa posición de privilegio y dominio que detenta el poder financiero, o un traslado de ese activo ilegítimo a nuevos y más competentes dueños: las empresas tecnológicas. O también puede prepararse para tomar cartas en el asunto y aprovechar que ya es oficial porque Francisco González lo ha dicho: el monopolio de la banca ha muerto.
Quizá es el momento de que la ciudadanía empiece a entender de dónde sale ese inmenso poder que doblega a los poderes políticos y comprenda cómo adquirir esta parte de la soberanía que claramente no está en el pueblo, pues esa soberanía ahora está a disposición del mejor postor.

Tenemos alternativas para no vender el patrimonio

La venta del patrimonio público parece ser la huída hacia adelante preferida de los gobiernos de este país. El viernes pasado el presidente del gobierno declaraba sin rubor en RNE lo que todos ya sabíamos, que el rescate bancario lo pagaremos todos los españoles por la vía de los presupuestos generales del estado. El agujero presupuestario se está cubriendo, como también sabemos todos, con recortes en los servicios públicos como educación o sanidad, pero también con la venta del patrimonio nacional. Hace dos meses, saltaba la noticia de la venta del 10% del Parque Natural de los Alcornocales.
En los presupuestos de 2014 de la Generalitat de Catalunya hay incluidos 842 millones € de ingresos previstos por la enajenación de patrimonio. Patrimonio perteneciente a los catalanes, que se va a vender en las peores condiciones de mercado posibles al mejor postor (¿extranjero?), simplemente para poder hacer frente a los pagos previstos. Esta pérdida de riqueza es equivalente a cuando no hay para comer y se malvende la casa, pero después se alquila a quien la ha comprado… pan para hoy y hambre para mañana.
Sin embargo, esta no es la única opción que tienen las administraciones públicas. Existen opciones que permitirían solucionar de otra forma los problemas de falta de liquidez. Recordemos lo que explicaba Ellen Brown en su libro “Telaraña de deuda” (1) respecto a una pequeña isla entre Francia e Inglaterra que tomó la determinación de no vender su futuro:
“Mientras los banqueros estadounidenses insistían en que el gobierno tenía que pedir prestado en lugar de imprimir el dinero que necesitaba, los residentes de un pequeño Estado insular en la costa de Inglaterra estaban llevando a cabo en silencio un experimento que mostraría que el argumento de los banqueros sobre el peligro de la inflación es una farsa. Guernsey se encuentra entre las islas del Canal británicas, a unos 75 kilómetros al sur de Gran Bretaña. En 1994, el Dr. Bob Blain, el Profesor de Sociología en la Universidad del Sur de Illinois, escribió acerca del notaguernsey-peter_1678294cble caso de esta isla:
“En 1816 sus diques se desmoronaban, sus caminos estaban embarrados y sólo tenían 1,3 mt de ancho. La deuda de  era de 19.000 libras. Los ingresos anuales de la isla eran de 3.000 libras de las cuales 2.400 necesitaban ser utilizadas para pagar los intereses de su deuda . No es sorprendente que la gente abandonase Guernsey, había poco trabajo.
Entonces, en 1816, el gobierno de  Guernsey creó y prestó billetes sin intereses por valor de 6.000 libras. Unas 4.000 libras fueron utilizadas para iniciar las reparaciones de los diques. En 1820, otras 4.500 libras fueron emitidas, una vez más sin intereses. En 1821, otras 10.000; en 1.824, 5.000; en 1.826, 20.000. En 1837, 50.000 libras se habían emitido sin intereses para el uso principal de proyectos como diques, carreteras, el mercado, iglesias y colegios. Esta suma duplicó con creces la oferta monetaria de la isla durante este período de trece años, pero no se produjo inflación. En el año 1914, cuando los británicos limitaron la expansión de su oferta de dinero, debido a la Primera Guerra Mundial, el gobierno de Guernsey emitió otras 142.000 libras en los siguientes cuatro años y nunca miraron hacia atrás. En 1958, más de 542.000 libras se habían emitido, todo ello sin inflación.
“Guernsey tiene un impuesto sobre la renta, pero el impuesto es relativamente bajo (una tarifa “plana” del 20 por ciento), y es simple y sin escapatoria. No tiene un impuesto sobre sucesiones, no hay impuesto de ganancias de capital, ni ninguna deuda federal. Los bancos comerciales dan servicio a prestamistas privados, pero el gobierno no se endeuda. Cuando se quiere crear una infraestructura o servicio público, sólo se emite el dinero que se necesita para pagar el trabajo. El Gobierno de Guernsey ha estado emitiendo su propia moneda desde hace casi dos siglos. Durante ese tiempo, la oferta de dinero ha crecido cerca de 25 veces su tamaño original, sin embargo, la economía no se ha preocupado por la inflación de precios, y se ha mantenido próspera y estable (2).
“Muchos otros países también han emitido con éxito su propio dinero, pero Guernsey es uno de los pocos que se han quedado fuera del radar el tiempo suficiente para escapar de los ataques encubiertos de un cártel bancario internacional que pretende monopolizar la capacidad de crear el dinero.”
El secreto de la ausencia de inflación es que el dinero invertido en economía productiva (la construcción de infraestructuras necesarias lo es) genera directa o indirectamente nuevos productos y servicios que se pueden comprar con ese nuevo dinero. La condición para que se produzca inflación es que haya demasiado dinero en el mercado tratando de comprar demasiados pocos bienes y servicios. Por lo tanto, para mantener la inflación a raya hay que invertir en la creación de nuevos bienes y servicios que tengan demanda real y efectiva en el mercado, o que sirvan para propiciar su producción.
Hace unos días Valor Afegir de TV3 hizo un reportaje sobre monedas sociales en que se presentaba el proyecto Eurocat, al que contribuyo. Si la Generalitat participase en proyectos como este, no tendría que dilapidar el patrimonio de los catalanes… Y además se ahorraría los 2.077 millones € que tiene presupuestado pagar en intereses de la deuda.
Nota añadida 12/12/2013: Tras algunos comentarios debo hacer una aclaración. El caso de la isla de Guernsey no puede llevarnos a la conclusión de que el Estado puede emitir dinero sin control y mucho menos para cualquier propósito. Se pueden documentar casos claros en los que los Estados, especialmente para poder sufragar conflictos bélicos, han sobre-emitido la moneda nacional, que ha acabado perdiendo valor y generando inflación. Lo que este artículo pretende es demostrar es que ese mal uso de la emisión monetaria por parte de los Estados no tiene por qué ocurrir y también, que la solución a esa eventualidad no pasa por obligar al Estado a pedir prestado a bancos o mercados financieros. La solución es que esa capacidad de emisión monetaria esté controlada por la ciudadanía para que se produzca en la cantidad y para los propósitos democráticamente elegidos.
(1)   Extracto de Ellen Brown “Web of Debt” – Third Millennium Press – Baton Rouge, Louisiana – EEUU. Página 115.
(2)   Bob Blain, “The Other way to Deal with the National Debt”, Progressive Review (Junio 1994)